Décima 7
Mas van pasando los años,
las cosas son muy distintas:
lo que fue vino, hoy es tinta;
lo que fue piel hoy es paño;
lo que fue cierto, hoy engaño,
todo es penuria y quebranto,
de las leyes de hoy me espanto;
lo paso muy confundida
y es grande torpeza mida
buscar alivio en mi canto.
Han visto la mantequilla,
dicen de que's vegetal,
y que de leche animal
fabrican la mostacilla.
Las líneas de las chiquillas,
desmáyese el más sereno,
que lo que miran por seno
no es nada más que nilón.
Pregunto con emoción:
¿Quién trajo tanto veneno?
En este mundo moderno
qué sabe el pobre de queso,
caldo de papa sin hueso.
Menos sabe lo que es terno;
por casa, callampa, infierno
de lata y ladrillos viejos.
¿Cómo le aguanta el pellejo?,
eso sí que no lo sé.
Pero bien sé que el burgués
se pit´al pobre verdejo.
Yo no protesto por migo,
porque soy muy poca cosa,
reclamo porque a la fosa
van las penas del mendigo.
A Dios pongo por testigo
que no me deje mentir,
no me hace falta salir
un metro fuera' e la casa
pa' ver lo que aquí nos pasa
y el dolor que es el vivir.
Dispénsenme las chiquillas
si m' he salido del tema,
es qu' esta verdad me quema
el alma y la pajarilla.
Quemá' está la sopaipilla;
p'al pobre ya no hay razones;
hay costra en los corazones
y horchata en las venas ricas,
y claro, esto a mí me pica
igual que los sabañones.
Esta décima parte cantando de cómo han ido cambiando las cosas al pasar los años y dice que cada vez el pobre conoce menos y está más aislado de la sociedad, lo han marginado tanto que ya no sabe en qué se ha convertido el mundo lleno de injusticias para el pobre y también se señala que no lo escuchan ni toman en cuenta, para el pobre el mundo se ha convertido en un paraíso perdido.
En el principio de la décima se habla de que mientras pasan los años todo va cambiando para mal, las leyes que hay hoy en día la espantan debido a su ridiculez y su ineficiencia. Se puede ver la constante temática de la esperanza y la fe v/s el sufrimiento ya que habla de lo que creían que era y existía y que iba a durar y nunca iba a cambiar era un engaño, o se había transformado en otra cosa.
En la siguiente décima habla de que ya las cosas no son naturales, sino que todo es artificial y le da lástima la gente que trajo estas cosas malas al mundo. Refleja perfectamente lo artificial, ya que en vez de mamas es nylon lo que tienen las mujeres.
Después se habla de la ignorancia que tiene el pobre frente a este mundo moderno ya que no conoce las cosas nuevas que ha inventado el ser humano ni los “adelantos” que hay y lo moderno. Violeta Parra quiere destacar que hoy en día lo que existe es un paraíso perdido debido a que todos los adelantos y toda la superficialidad y las cosas artificiales que se han creado han ido empeorando el mundo y cada vez se han ido alejando menos de lo que el pueblo consideraba el paraíso, que era toda la tranquilidad y simpatía que había en el mundo antes de todos los avances tecnológicos que hicieron que la gente cada vez más se fuera convirtiendo en seres materialistas. Más adelante protesta que echan a la basura lo dicho por los pobres, que no les importa la clase baja ni sus penas y dificultades. Violeta Parra lucha por el pueblo, para que haya igualdad ante todas las clases sociales.
Después llama a Dios para que sea de testigo de que no miente sobre lo que dice de lo que vive el estrato bajo y le pide ayuda para que la escuchen.
Finalmente habla de que la situación de los pobres es humillante y le duele la realidad. También dice que los pobres no tienen razón de vida y que con un corazón dañado no pueden hacer nada. Se refiere a que el pobre ya ha luchado tanto y lo han herido tantas veces que no tienen fuerzas para seguir luchando, además han perdido las esperanzas de que los escuchen o los tomen en cuenta.
En conclusión se canta sobre la miseria y lo desplazado que está el pobre en el mundo moderno y de lo dolido que está sin tener fuerzas para luchar contra ello y de recuperar lo que era antes el paraíso.
Salí de mi casa un día
P’a nunca retroceder,
Preciso dar a entender
Que lo hice a l’amanecida;
En fuga no hay despedida,
Ninguno lo sospechó,
Y si alguien por mi lloró
No quise causar un mal;
Me vine a la capital
Por orden de Nicanor.
Me manda carta el domingo,
El lunes viajando va,
El miércoles lista ya
P’al sitio en su destino,
El jueves, un peregrino
Cartero dicendo: abricia;
El viernes nadie malicia,
Partí para no volver,
El sábado en San Javier
De mí les mando noticia.
Mi hermano: Vente, decía
Pensando en tiempo futuro,
L’entiendo mal, me apresuro
Partiendo sobre la misma;
Si no me saqué la crisma
En viaje de tanto empeño,
Fue por la nube d’ensueño
Que no me deja un instante,
Entre asustá’ y delirante
Salí del profundo sueño.
De tres o cuatro empellones
Y en menos de una semana
Impávida, salva y sana
Crucé noventa estaciones,
La luz de mis ilusiones
Me trajo sin saber cómo
Volando cual un palomo;
No quise andar en desvíos,
Mujer que tiene sentido
Tranquea con pies de plomo.
Mi hermano decía: Vente,
Que lindo es el estudiar,
El mundo es un ancho mar
Lo cruzarás por el puente,
A nado puede la muerte
Llevart’en su remolino,
Busquemos, pues, un camino
No me propales contrario,
Aprend’el abecedario
Que te dará buen destino.
Análisis
En esta décima, Violeta relata el día en el que ella decide escapar o irse de su casa rumbo a Santiago. Cuenta que lo hizo muy decidida en el amanecer, o sea muy temprano en la mañana. Sin despedirse, logra irse de su casa, pero no con el fin de lastimar a alguien que la quiera, sino que por orden de su hermano Nicanor Parra. Cuanta su programa de lunes a sábado, y reitera: “Partí para no volver”. Ya el día sábado le da noticia su familia de cómo esta ella. Relata que su hermano Vicente le pedía que volviera, y luego sueña algo extraño que la deja algo asustada. Dice que cruzó noventa estaciones, “salva y sana”, y que algo fue lo que la llevó hasta allá. Luego cuenta lo que su hermano Vicente quería decirle, que era que volviera, y usando una metáfora de “El mundo es un ancho mar, lo cruzarás por el puente al nado puede la muerte”, se está refiriendo a que no puede arriesgar tanto su vida, que se valla por el camino más seguro, y que sea responsable. Le pide a Violeta que no lo desobedezca y que aprenda de la vida, como del abecedario, que “te dará buen destino”, diciendo que así aprenderá más sobre lo bueno y lo malo, y podrá confiar en él. Se reflejan las constantes temáticas de la memoria, ya que Violeta recuerda aquél día en que se escapó de su casa, la libertad puede ser pero puede que no, ya que no estamos en la mente de Violeta Parra para poder decir si en verdad lo que ella quería al irse de su casa era libertad o una lucha o estaba en busca de un paraíso perdido o simplemente sufría en aquel lugar. En ésta décima no ejemplifica bien cuál es su razón al irse de su casa, solo la misma Violeta lo sabe.
Presente de su familia
Lloraba un día mi mama,
Contando de que las llamas
La están dejando en la ruina.
En fiestas de tomatina
Mi taita vende la tierra,
Con lo que se arma la guerra
En medio del pasadizo.
Le exigen los compromisos,
Qu’el les firmó entre botellas.
D’esta manera tal vil,
Le rapiñaron la herencia;
¡Danos, Señor, la paciencia
Para este plazo cumplir!
La ruta debe seguir
Aunque la rueda esté suelta,
Vaya sin eje o envuelta;
Cúmplase lo que se está escrito.
Es el destino maldito
Y no hay más que darle vuelta.
Celebro que fuer’ así,
Porque de un’ otra manera,
Yo hubiera sido ternera
Sin leche que dar aquí.
Se es cierto que yo sufrí,
Eso me fue encañonando,
Más tarde me fue emplumando
Como zorzala cantora.
Hoy pájara voladora
Que no la para ni el diablo.
Esto me da un pensamiento,
Voy a dejarlo estampado:
Que no hay mejor noviciado
Qu’ el llanto y el sufrimiento.
Aquel que busca talento
Entre canasta y poquer,
Entre caballo y mujer,
Lo digo con arrogancia,
Que son mantequilla rancia
Y apercancado pastel.
Con esto digo el decir,
Qu’en toda la sociedad
Que rige en esta ciudad
Hay poco para elegir.
Algunos d’entre los mil
Cargan preciosas antenas,
Y corre sangre en sus venas
Que vale mucho caudal.
Pero en balance total,
No suman cuatro docenas.
Análisis
Habla de un día en que su mamá llega contado que está perdiéndolo todo, habla que de tuvieron que vender sus tierras, su abuelo se siente muy acomplejado por esto, le trae muchas complicaciones, ya que el trabaja por tener una casa. Entonces les quitaron la casa, ellos debían tener esperanza de que fuera a poder pagar todo y que todo estaría bien, pero al mismo tiempo había mucho sufrimiento ya que podrían estar en peligro de perder todo lo que tenía. Ella esta a gusto de que haya sido así, ya que así ella tuvo una experiencia, de la que pudo escribir y componer canciones y obras muy buenas, si es que no hubiera pasado por esto, como dice en la cita: “Yo hubiera sido ternera, sin leche que dar aquí.” Hubiera sido una poeta, pero no con algo tan grande que entregar. Afirma que es cierto que sufrió, pero esto luego la fue enriqueciendo, como por ejemplo en su música y poesía, hasta llegar a ser una persona muy segura con lo que quiere y que nadie la pueda parar.
En este momento a violeta se le ocurre algo; dice que la mejor manera de encontrar algo digno de ser discutido, es por medio del llanto y el sufrimiento y no por los lujos, el dinero, las mujeres.
Luego comenta que en este pueblo no hay mucho que elegir, eres de uno o del otro, algunos tienen la oportunidad de darse muchos lujos y otros solos pueden quedarse con lo que tienen, y los que pueden darse lujos, sienten la felicidad, pero en realidad no lo es una realidad concreta, ya que la felicidad no depende de lo material.
El paraíso perdido; aquí es la felicidad por medio del amor y la amistad, está perdido, ya que ahora mucha gente piensa que la felicidad se consigue por medios materiales.
La libertad se encuentra en que el abuelo de violeta, no tenía la libertad de elegir, tenía que luchar para poder tener a su familia estable. La gente le quitó su herencia, y no tenía la libertad para poder quedársela.
P’a nunca retroceder,
Preciso dar a entender
Que lo hice a l’amanecida;
En fuga no hay despedida,
Ninguno lo sospechó,
Y si alguien por mi lloró
No quise causar un mal;
Me vine a la capital
Por orden de Nicanor.
Me manda carta el domingo,
El lunes viajando va,
El miércoles lista ya
P’al sitio en su destino,
El jueves, un peregrino
Cartero dicendo: abricia;
El viernes nadie malicia,
Partí para no volver,
El sábado en San Javier
De mí les mando noticia.
Mi hermano: Vente, decía
Pensando en tiempo futuro,
L’entiendo mal, me apresuro
Partiendo sobre la misma;
Si no me saqué la crisma
En viaje de tanto empeño,
Fue por la nube d’ensueño
Que no me deja un instante,
Entre asustá’ y delirante
Salí del profundo sueño.
De tres o cuatro empellones
Y en menos de una semana
Impávida, salva y sana
Crucé noventa estaciones,
La luz de mis ilusiones
Me trajo sin saber cómo
Volando cual un palomo;
No quise andar en desvíos,
Mujer que tiene sentido
Tranquea con pies de plomo.
Mi hermano decía: Vente,
Que lindo es el estudiar,
El mundo es un ancho mar
Lo cruzarás por el puente,
A nado puede la muerte
Llevart’en su remolino,
Busquemos, pues, un camino
No me propales contrario,
Aprend’el abecedario
Que te dará buen destino.
Análisis
En esta décima, Violeta relata el día en el que ella decide escapar o irse de su casa rumbo a Santiago. Cuenta que lo hizo muy decidida en el amanecer, o sea muy temprano en la mañana. Sin despedirse, logra irse de su casa, pero no con el fin de lastimar a alguien que la quiera, sino que por orden de su hermano Nicanor Parra. Cuanta su programa de lunes a sábado, y reitera: “Partí para no volver”. Ya el día sábado le da noticia su familia de cómo esta ella. Relata que su hermano Vicente le pedía que volviera, y luego sueña algo extraño que la deja algo asustada. Dice que cruzó noventa estaciones, “salva y sana”, y que algo fue lo que la llevó hasta allá. Luego cuenta lo que su hermano Vicente quería decirle, que era que volviera, y usando una metáfora de “El mundo es un ancho mar, lo cruzarás por el puente al nado puede la muerte”, se está refiriendo a que no puede arriesgar tanto su vida, que se valla por el camino más seguro, y que sea responsable. Le pide a Violeta que no lo desobedezca y que aprenda de la vida, como del abecedario, que “te dará buen destino”, diciendo que así aprenderá más sobre lo bueno y lo malo, y podrá confiar en él. Se reflejan las constantes temáticas de la memoria, ya que Violeta recuerda aquél día en que se escapó de su casa, la libertad puede ser pero puede que no, ya que no estamos en la mente de Violeta Parra para poder decir si en verdad lo que ella quería al irse de su casa era libertad o una lucha o estaba en busca de un paraíso perdido o simplemente sufría en aquel lugar. En ésta décima no ejemplifica bien cuál es su razón al irse de su casa, solo la misma Violeta lo sabe.
Presente de su familia
Lloraba un día mi mama,
Contando de que las llamas
La están dejando en la ruina.
En fiestas de tomatina
Mi taita vende la tierra,
Con lo que se arma la guerra
En medio del pasadizo.
Le exigen los compromisos,
Qu’el les firmó entre botellas.
D’esta manera tal vil,
Le rapiñaron la herencia;
¡Danos, Señor, la paciencia
Para este plazo cumplir!
La ruta debe seguir
Aunque la rueda esté suelta,
Vaya sin eje o envuelta;
Cúmplase lo que se está escrito.
Es el destino maldito
Y no hay más que darle vuelta.
Celebro que fuer’ así,
Porque de un’ otra manera,
Yo hubiera sido ternera
Sin leche que dar aquí.
Se es cierto que yo sufrí,
Eso me fue encañonando,
Más tarde me fue emplumando
Como zorzala cantora.
Hoy pájara voladora
Que no la para ni el diablo.
Esto me da un pensamiento,
Voy a dejarlo estampado:
Que no hay mejor noviciado
Qu’ el llanto y el sufrimiento.
Aquel que busca talento
Entre canasta y poquer,
Entre caballo y mujer,
Lo digo con arrogancia,
Que son mantequilla rancia
Y apercancado pastel.
Con esto digo el decir,
Qu’en toda la sociedad
Que rige en esta ciudad
Hay poco para elegir.
Algunos d’entre los mil
Cargan preciosas antenas,
Y corre sangre en sus venas
Que vale mucho caudal.
Pero en balance total,
No suman cuatro docenas.
Análisis
Habla de un día en que su mamá llega contado que está perdiéndolo todo, habla que de tuvieron que vender sus tierras, su abuelo se siente muy acomplejado por esto, le trae muchas complicaciones, ya que el trabaja por tener una casa. Entonces les quitaron la casa, ellos debían tener esperanza de que fuera a poder pagar todo y que todo estaría bien, pero al mismo tiempo había mucho sufrimiento ya que podrían estar en peligro de perder todo lo que tenía. Ella esta a gusto de que haya sido así, ya que así ella tuvo una experiencia, de la que pudo escribir y componer canciones y obras muy buenas, si es que no hubiera pasado por esto, como dice en la cita: “Yo hubiera sido ternera, sin leche que dar aquí.” Hubiera sido una poeta, pero no con algo tan grande que entregar. Afirma que es cierto que sufrió, pero esto luego la fue enriqueciendo, como por ejemplo en su música y poesía, hasta llegar a ser una persona muy segura con lo que quiere y que nadie la pueda parar.
En este momento a violeta se le ocurre algo; dice que la mejor manera de encontrar algo digno de ser discutido, es por medio del llanto y el sufrimiento y no por los lujos, el dinero, las mujeres.
Luego comenta que en este pueblo no hay mucho que elegir, eres de uno o del otro, algunos tienen la oportunidad de darse muchos lujos y otros solos pueden quedarse con lo que tienen, y los que pueden darse lujos, sienten la felicidad, pero en realidad no lo es una realidad concreta, ya que la felicidad no depende de lo material.
El paraíso perdido; aquí es la felicidad por medio del amor y la amistad, está perdido, ya que ahora mucha gente piensa que la felicidad se consigue por medios materiales.
La libertad se encuentra en que el abuelo de violeta, no tenía la libertad de elegir, tenía que luchar para poder tener a su familia estable. La gente le quitó su herencia, y no tenía la libertad para poder quedársela.